Los 14 problemas de pareja más comunes y cómo solucionarlos

Los problemas de pareja, como en todas las relaciones, ocurren porque ambas personas son diferentes. Es decir, a pesar de compartir muchas cosas, ambos integrantes son diferentes en muchas otras y esto es lo que suele dar lugar a los conflictos.
A continuación, explicaremos cuáles son los problemas de pareja más frecuentes:
Mala comunicación.
La comunicación es fundamental en cualquier tipo de relación y aún más en las relaciones de pareja. Debemos tener en cuenta que una comunicación deficiente puede ser el origen de muchos de los problemas de las relaciones de pareja. El no expresar nuestras necesidades y deseos o no escuchar los de la otra parte suele ser el origen.
Celos.
Como comentamos en el artículo que dedicamos a los celos los celos son parte de todas las relaciones de pareja y se originan, entre otras cosas, por el miedo a perderla. Sin embargo, si estos celos son elevados pueden considerarse celos patológicos, también conocidos como celotipia. Estos celos pueden originar problemas tanto a nivel individual como en la pareja. Por ejemplo, puede ser el origen de problemas de ansiedad, del distanciamiento emocional con la otra parte, del control excesivo sobre la otra persona, etc.
Falta de tiempo compartido.
Pasar poco tiempo juntos o que este tiempo que pasamos no sea de calidad es otro de los problemas más frecuentes. Tal y como comenta Beck (2003) muchas veces las parejas sí pasan tiempo juntos, pero este tiempo no es de calidad. Esto da lugar a insatisfacción.
Problemas en la vida sexual.
La sexualidad es otro tema muy importante en las relaciones. Estas dificultades sexuales pueden ser de la siguiente naturaleza: problemas de excitación, disfunción eréctil, vaginismo, eyaculación precoz o dolor. Si se produce alguno de los anteriores, se verá afectada la sexualidad de la pareja dando lugar a conflictos.
Problemas de convivencia.
Cuando se inicia la convivencia se pueden producir también muchos conflictos. El vivir con otra persona hace que nos tengamos que adaptar a una nueva forma de vida y esto puede ser complicado. Algunos de estos conflictos suelen ser: horarios diferentes, desacuerdo en las tareas domésticas, etc.
Desacuerdo en las responsabilidades.
Relacionado con lo anterior, el desacuerdo en las responsabilidades que cada uno tiene en la pareja es otro de los problemas más comunes. Si una de las dos partes tiene más responsabilidades que la otra y está sobrecargada pueden surgir los problemas.
Desatención.
Ambas partes necesitan cierto nivel de atención por parte de su pareja. El sentir que la pareja dedica más tiempo y atención a otros quehaceres puede hacer que las dificultades surjan. Todas las parejas necesitan un cierto nivel de dedicación e implicación.
Infidelidad.
Como ya comentamos en el artículo que dedicamos a la infidelidad, este problema suele ser uno de los más difíciles de solucionar. Ocurre cuando una de las dos partes decide iniciar una relación sentimental o sexual con otra persona. Aun así, como también comentamos el concepto de "infidelidad" puede variar de unas parejas a otras.
Monotonía.
La rutina o la monotonía también es el origen de conflictos. El no tener objetivos excitantes o el no estar motivados puede dar lugar a esta rutina. El hacer cada día lo mismo, no tener planes diferentes, etc. pueden ser algunos de los causantes.
Problemas fuera de la pareja.
No todos los problemas de pareja tienen origen en la pareja. Los problemas económicos, familiares, sociales, etc. que cada uno tiene a nivel individual también pueden tener implicaciones en la vida de pareja.
Falta de compromiso.
Ocurre cuando una de las dos partes quiere adquirir cierto compromiso como, por ejemplo, formalizar la relación a nivel legal, tener hijos, comprar una vivienda, etc. y la otra no. Esto da lugar a conflictos o incluso el replantearse la relación.
Intereses distintos.
El no tener demasiados intereses en común puede hacer que no pasemos demasiado tiempo con nuestra pareja dando lugar a conflicto.
Problemas con las familias.
Las familias de ambos integrantes son una parte fundamental de todas las relaciones. Que nuestra familia, o la de nuestra pareja, no acepte la relación, se interponga o se entrometa puede hacer que tengamos dificultades.
Crianza de los hijos.
El tener diferentes puntos de vista a la hora de educar a los hijos es otro de los conflictos más comunes.
Hemos comentado algunos de los más frecuentes. Sin embargo, puede haber muchos otros como, por ejemplo: diferencias en los tipos de personalidad, problemas económicos, etc.